La plausibilidad científica

Los biorritmistas sostienen que la biorrítmica constituiría un sólido campo interdisciplinario para el crecimiento científico que aún se hallaría en una fase especulativa—una protociencia. Los críticos sostienen que los biorritmos se fundamentan solamente en asociaciones propias de la numerología. La plausibilidad de la biorrítmica es impugnada por matemáticos, biólogos y otros científicos. Una de las cuestiones más básicas que surgen es que, incluso aceptando la existencia de tales ritmos fisiológicos, no está claro por qué razón deben iniciarse necesariamente con el día nacimiento.
De algún modo la biorrítmica se parecería a la cronobiología, el estudio de los ritmos biológicos. La investigación médica ha revelado que efectivamente existen ciclos biológicos que tienen lugar durante la vida de una persona, como el ritmo circadiano (del latín circa diem; literalmente, "en torno a un día"), pero pocos médicos encuentran que tales ciclos corresponden con los llamados "biorritmos". A los biorritmistas, tales descubrimientos, les sugerirían que que la gente se ve afectada por los ritmos fisiológico, emocional e intelectual aunque la relación precisa con los ciclos biorrítmicos aún no se comprendería de forma precisa.
 
La teoría de los biorritmos a menudo se presenta revestida del aura de validez de la ciencia. La respuesta de los críticos a los biorritmos oscila entre denunciar la disciplina como dañina, ignorarla o tratarla como un entretenimiento. He aquí algunas de las críticas más comunes que se oponen a las variadas teorías biorrítmicas:
  • La función periódica, frecuencia y fase atribuidas a los ritmos son arbitrarias.
  • Se asume que los ciclos son los mismos para cualquier persona.
  • Se hace la suposición de que la frecuencia es constante.
  • Las pruebas suelen ser anecdóticas
  • La argumentación se basa en la ignorancia de la teoría de los números (haciéndose pseudomatemática además de pseudocientífica)
  • Las pruebas de las hipótesis tienen defectos graves.
  • Son inadecuadas las generalizaciones cuantitativas sobre el comportamiento humano complejo.
  • Las hipótesis no se han formulado en términos precisos.
  • Los datos experimentales no superan la revisión por pares (o arbitraje, método usado para validar trabajos escritos y solicitudes de financiación con el fin de medir su calidad,originalidad, factibilidad, rigor científico, etc.)
  • No se pueden replicar los experimentos.
  • Algunos profesionales faltos de escrúpulos se mimetizan con estafadores de la adivinación.
Algunos críticos de los biorritmos sostienen que los biorritmos pueden ser alterados por fechas del calendario como el inicio de un nuevo año o por algo tan simple como el comienzo de la semana.
Estudios acerca de la eficacia de los biorritmos han concluido que no existe en ellos ninguna base científica, estando sus presuntos aciertos simplemente cubiertos por las leyes de la probabilidad (es decir, que se deben al azar). Randi se refiere a esta disciplina en términos poco ambiguos:
La así llamada ciencia del biorritmo no es nada más que una numerología glorificada que, en base a una simple fecha de nacimiento y a una supuesta investigación, genera nociones infantiles acerca de ciclos predeterminados que rigen la existencia humana.
Existen unas tres docenas de estudios que apoyan la visión biorritmista pero todos ellos adolecen de errores metodológicos y estadísticos. Un examen de 134 estudios sobre biorritmos llegó a que la teoría no es válida.
Los partidarios de los biorritmos siguieron defendiendo la teoría despues del informe de Hines sobre los 134 estudios, llevando a otros científicos a considerarla una pseudociencia:

Un examen de unos 134 estudios sobre biorritmos halló que la teoría no es válida (Hines, 1998). Algunos creen que esa teoría se puede probar empíricamente y se ha demostrado que es falsa. Terence Hines sostiene que ese hecho implica que la teoría de los biorritmos 'no puede considerarse propiamente una teoría pseudocientífica'. Sin embargo, cuando los defensores de que se puede probar empíricamente se niegan a abandonar la teoría frente a las pruebas abrumadoras que hay contra ella, parece razonable llamar pseudocientífica a dicha teoría. Porque, de hecho, los que se adhieren a tal teoría han demostrado con su comportamiento que no hay nada que pueda falsarla; antes persisten en sostener que la teoría es científica. (de "The Skeptic's Dictionary" de Carroll)